Enfermedades neuromusculares

En noviembre se celebra el Día Nacional de las Enfermedades Neuromusculares y queremos aprovechar para acercarte al conocimiento de este tipo de enfermedades.

Las enfermedades neuromusculares son un grupo de trastornos que afectan la estructura y función de los músculos o de las neuronas motoras, que son las células nerviosas encargadas de controlar el movimiento voluntario de los músculos. Te puede interesar: Terapia Inductiva en dolor crónico y lesiones musculoesqueléticas

Estas enfermedades pueden afectar la transmisión de los impulsos nerviosos desde el sistema nervioso central hasta los músculos, lo que resulta en debilidad muscular, atrofia muscular, espasmos musculares y otros síntomas relacionados con el control del movimiento.

Se conocen más de 150 tipos de enfermedades neuromusculares diferentes, que incluyen trastornos como: la distrofia muscular, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la miastenia gravis, la atrofia muscular espinal, entre otros. Te puede gustar: Dolor crónico ¿de qué trata?

Las enfermedades neuromusculares tienen una variedad de causas; pueden ser genéticas, autoinmunes, infecciosas, metabólicas, tóxicas o de otro origen. A continuación, te explicamos algunas de las causas comunes de estas enfermedades:

Causas genéticas: alteraciones hereditarias en los genes que pueden conducir a una amplia gama de enfermedades neuromusculares, como la distrofia muscular, la atrofia muscular espinal, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y muchas otras. Te puede interesar: Terapias alternativas y complementarias

Causas autoinmunes: algunas enfermedades neuromusculares, como la miastenia gravis y la polimiositis, son el resultado de una respuesta autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca erróneamente los tejidos sanos.

Causas infecciosas: algunas infecciones virales o bacterianas pueden afectar el sistema nervioso y los músculos, provocando enfermedades como la poliomielitis, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otros agentes infecciosos.

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Causas metabólicas: trastornos metabólicos como la enfermedad de Pompe, la enfermedad de McArdle y la enfermedad de Gaucher, pueden afectar la función neuromuscular debido a problemas en el metabolismo de ciertas sustancias dentro de las células. Te puede interesar: Hablemos de medicina integrativa

Causas tóxicas: la exposición a ciertas toxinas o sustancias químicas puede causar daño neuromuscular, como en el caso de la intoxicación por plomo, mercurio u otras sustancias tóxicas. Otras causas: factores ambientales, lesiones físicas, trastornos circulatorios y otras condiciones médicas también pueden contribuir al desarrollo de enfermedades neuromusculares.

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Por otro lado, los síntomas de este tipo de enfermedades van desde debilidad muscular progresiva, hasta pérdida de la función motora y deterioro de la calidad de vida. Además, varían según el tipo específico de enfermedad y la gravedad de la afección. Sin embargo, algunos síntomas comunes que pueden indicar la presencia de una enfermedad neuromuscular incluyen:

Debilidad muscular: puede manifestarse como dificultad para realizar actividades que requieren fuerza, como levantarse, caminar, subir escaleras o levantar objetos.

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Fatiga muscular: sensación de cansancio excesivo y debilidad muscular después de realizar actividades físicas mínimas o rutinarias.

Espasmos musculares: contracciones musculares involuntarias y repentinas que pueden causar movimientos incontrolados en ciertas áreas del cuerpo.

Atrofia muscular: reducción del tamaño y la masa muscular debido a la falta de uso o degeneración de las fibras musculares.

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Dificultades respiratorias: algunas enfermedades neuromusculares pueden afectar los músculos respiratorios, lo que resulta en problemas respiratorios.

Problemas de equilibrio y coordinación: pueden manifestarse como dificultades para mantener el equilibrio, problemas de marcha y coordinación deficiente de movimientos.

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Calambres musculares: contracciones dolorosas y espasmódicas de los músculos que pueden ocurrir de manera intermitente.

Pérdida de la función motora: en etapas avanzadas de ciertas enfermedades neuromusculares, los pacientes pueden experimentar una pérdida progresiva de la función motora, lo que puede resultar en dificultades para realizar actividades cotidianas.

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La prevención de las enfermedades neuromusculares puede variar dependiendo de la causa subyacente de la enfermedad específica, aun así, existen algunas medidas generales que se pueden tomar, para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de enfermedades neuromusculares y mejorar la salud neuromuscular en general:

• Mantén un estilo de vida saludable: esto incluye llevar una dieta equilibrada y nutritiva, realizar actividad física regularmente, mantener un peso saludable y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Te puede interesar: Mitos y realidades de las grasas en la dieta
• Evita lesiones físicas: ten precauciones para prevenir lesiones físicas que podrían afectar los músculos y el sistema nervioso, como usar equipo de protección adecuado durante la práctica de deportes y actividades físicas intensas.
• Practica la seguridad laboral: toma medidas de seguridad en el lugar de trabajo para prevenir lesiones relacionadas con el mismo que podrían afectar los músculos y el sistema nervioso.
• Controla las condiciones médicas subyacentes: regula adecuadamente las condiciones médicas crónicas, como la diabetes, la hipertensión y otras enfermedades de base que podrían aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neuromusculares.

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• Mantén un entorno seguro y accesible: asegúrate de que el entorno en el hogar y en otros lugares sea seguro y accesible, especialmente para aquellos que tienen debilidad muscular o problemas de movilidad.
• Realiza exámenes médicos regulares: el autocuidado es fundamental, acude a chequeos médicos regulares para detectar tempranamente cualquier signo de enfermedades neuromusculares o condiciones médicas subyacentes que puedan afectar el sistema nervioso y los músculos.

Si bien, no todas las enfermedades neuromusculares son prevenibles, seguir estas medidas generales puede contribuir a mantener la salud neuromuscular y reducir el riesgo de ciertas afecciones.

Es importante consultar a un médico si se experimentan síntomas preocupantes o si existe un riesgo elevado de desarrollar enfermedades neuromusculares debido a antecedentes familiares u otros factores de riesgo.

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Un diagnóstico temprano puede permitir un manejo efectivo de la enfermedad, mejorar la calidad de vida del paciente y ralentizar su progresión. Sumado a esto, la investigación continúa en el campo de las enfermedades neuromusculares para comprender mejor sus causas y desarrollar terapias más efectivas dando esperanza a estos pacientes.

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Recuerda que el manejo de estas enfermedades a menudo involucra una combinación de terapias farmacológicas, fisioterapia, terapia ocupacional y en algunos casos, terapias genéticas o intervenciones quirúrgicas específicas y terapias complementarias establecidas por el Ministerio de Salud para brindar un tratamiento seguro y efectivo desde la medicina integrativa. En Clinicannabis contamos con fisioterapia avanzada y médicos especialistas para brindar herramientas terapéuticas alternativas que alivien los síntomas derivados de este tipo de enfermedades.